PSDB – PE

Clipping Hugo Chávez

El descontento popular fuerza la renuncia del presidente Chávez
El País 12-04-02

AGENCIAS | Caracas
El descontento popular en Venezuela ha precipitado la caída del presidente Hugo Chávez después de tres días de huelga indefinida. Las Fuerzas Armadas se han declarado en rebeldía por la dura represión de una protesta masiva, en la que han muerto 14 personas y 100 han resultado heridas, entre ellas un español. Chávez, acorralado por la retirada del apoyo militar y de su propio Gobierno, ha firmado su dimisión en Fuerte Tiuna a la 1.30 hora local (7.30 hora peninsular española), tras negociar con una comisión de tres generales en el palacio de Miraflores.

Tras conocer la dimisión del presidente, cientos de personas han salido a las calles con sus vehículos, donde han hecho sonar sus bocinas, han disparado fuegos artificiales y han encendido cientos de velas en señal de festejo por la caída del régimen chavista.

En cuanto al futuro del país, el presidente de la asociación de los empresarios de Venezuela, Fedecámaras, Pedro Carmona, asumirá la titularidad del gobierno de transición civil-militar que gobernará de forma interina, como el mism ha anunciado en un breve alocución al país.

Carmona, rodeado de un grupo militares y civiles, ha confirmado en la sede de la comandancia general del Ejército, el Fuerte Tiuna, que el hasta hoy presidente de Venezuela ha dimitido y que, a petición del el estamento militar y de la sociedad civil, él mismo asumirá la presidencia del Gobierno de transición, que empezará a funcionar mañana. El general en jefe de la Fuerza Armada, Lucas Rincón, también ha renunciado.

Carmona anuncia elecciones en breve

Además, el líder de los empresarios del país, el cuarto productor del mundo de petróleo y en el que tienen intereses Telefónica, Repsol y los tres grandes bancos españoles, ha adelantado que habrá ¥un proceso electoral a corto plazo¥, sin precisar fecha.

Carmona ha sido uno de los principales opositores del ya ex presidente Chávez. Nacido en Barquisimeto hace 61 años, convocó la primera huelga contra el controvertido mandatario, el pasado 10 de diciembre, que fue todo un éxito.

En los tres últimos días, Carmona y el dirigente sindical Carlos Ortega, convocaron una huelga general indefinida, que ha desembocado en la caída de Chávez. En este sentido, Carmona ha levantado el paro indefinido de forma ¥inmediata¥ como primera medida de gobierno.

El nuevo presidente interino también ha comenzado a depurar al Ejército, uno de los principales pilares del chavismo. En el nuevo Alto Mando Militar (AMM), nombrado las 4.30 horas hora local, que mantiene al actual comandante general del Ejército, Efraín Vásquez Velasco, junto a nuevos comandantes.

Además, el recién designado presidente ha prometido restituir el nombre de la nación, ¥que dejará de ser Bolivariana¥ y que pondrá fin al conflicto en Petróleos de Venezuela, con la restitución de los gerentes destituidos.

Una noche tensa

Durante una noche confusa y tensa, Chávez se ha aferrado a la presidencia hasta el último momento, a pesar de que la mayoría de unidades e instalaciones castrenses del país se había declarado en rebeldía y miembros de su propio Gobierno le habían abandonado.

El ya ex presidente se encuentra en estos momentos detenido en la sede de la comandancia general del Ejército, el Fuerte Tiuna, donde ha firmado su renuncia tras negociar su dimisión ante una comisión militar en el palacio presidencial de Miraflores.

Chávez ha salido del palacio hacia Fuerte Tiuna vestido, en un alarde de genino y figura, con el traje de campaña de teniente coronel paracaidista y tocado con su inseparable boina roja, del mismo modo en que en 1992, cuando informó en directo del fracaso de su golpe contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

Sobre la 1.40 hora local (6.40 en España), Vásquez Velasco había informado de que el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, le había comunicado la intención de Chávez de renunciar a la Presidencia y le ha solicitado que enviara una comisión de enlace para que negociar y hacer efectiva su dimisión.

Diez militares inician el golpe

Los hechos que han precipitado la caída de Chávez se han iniciado por la tarde hora local, con una manifestación de unos 300.000 opositores que han marchado hacia el palacio presidencial para exigir la dimisión de Chávez.

La violenta represión de la marcha, en la que francotiradores y polícías de paisano han abierto fuego y han provocado la muerte de al menos 16 personas y un centenar de heridos, ha terminado con la paciencia de los militares que, en los últimos meses, habían hecho público su malestar con Chávez.

Iniciaban el pronunciamiento un grupo de diez generales de la Fuerza Armada, encabezados por el almirante Héctor Ramírez, a los que han secundado más tarde el propio comandante del Ejército y el resto de las fuerzas militares.

El almirante Ramírez ha leído un comunicado en la CNN, que ha sido interrumpido, en el que ha calificado de ¥antidemocrática¥ la conducta de Chávez y ha considerado que hay un ¥riesgo manifiesto social¥ en el país.

¥No podemos aceptar un tirano en la Presidencia. Su permanencia amenaza al país con la desintegración. Nos dirigimos al personal militar de todos los rangos para que unamos esfuerzos y hagamos realidad una nueva Venezuela¥, señalaba Ramírez.

Detenido el ministro del Interior

Esta misma tarde, y ya con el gobierno interino de Carmona ejerciendo el poder en el país, el ministro destituido de Relaciones Interiores y Justicia Ramón Rodríguez Chacín, ha sido detenido por el alcalde y efectivos de la Policía Municipal del municipio capitalino de Baruta.

El ex ministro se entregó sin ofrecer resistencia. En el momento de la detención, Rodríguez Chacín llevaba consigo dos armas 9 milímetros que puso a la orden de la Policía.

El alcalde de Baruta, Henrique Capriles Randonski ha informado de que esperaban la llegada de los fiscales del Ministerio Público para trasladar al funcionario del Gobierno chavista a la sede de la Policía de Baruta.

Antes, la alcaldía habría recibido llamadas de los vecinos y la vigilancia del edificio para denunciar el paradero de Rodríguez Chacín, quien habría llegado a las 04:30, hora local, hasta el inmueble en una camioneta blanca del Ministerio del Interior y Justicia.

¥Está garantizada la integridad física del capitán y lo vamos a trasladar a la sede de la policía municipal como establece el Código Orgánico de Procedimiento Penal¥, ha señalado Capriles Radonski.

La soga al cuello
El País 10-03-02

TOMÁS ELOY MARTÍNEZ

Tomás Eloy Martínez es escritor argentino, ganador del V Premio Alfaguara de Novela con El vuelo de la reina.

La tragedia de Venezuela, que no sabe cómo sacarse de encima al presidente Hugo Chávez Frías, es una de las lecciones ejemplares de la historia reciente en América Latina. Hace poco más de tres años, en diciembre de 1998, Chávez fue elegido por una mayoría abrumadora: 56,20% de los votos. Con ese mandato convocó a otra elección para reformar la Constitución, fundó lo que dio en llamar la Quinta República, le cambió el nombre al país -que desde entonces se llama República Bolivariana de Venezuela- y logró en el año 2000 otra victoria como candidato a presidente, esta vez con el 60,3%, veintitrés puntos por encima de su único rival importante.
Aunque estaba claro desde el principio que Chávez no tenía el talento ni la decisión arrolladora que hacen falta para llevar adelante la revolución que había prometido, eliminando los feroces índices de pobreza y mejorando la educación y la salud sin lesionar al mismo tiempo las libertades esenciales, un número consid
erable de venezolanos ilustrados se dejó seducir por su discurso nacionalista, por sus utopías anacrónicas y por el deseo de acabar
con la corrupción severa y la inepcia de la clase política.
Dudar de Chávez o aún reflexionar sobre los desvaríos verbales de Chávez fue tomado, durante largos meses, como una injuriosa falta de fe en el país que estaba levantando cabeza. Una vez más, como sucede con los regímenes autoritarios, se confundían los intereses del Gobierno de turno con los intereses de la nación. Estaba de moda entonces celebrar el desparpajo con que el presidente ordenaba a los militares que repartieran víveres y construyeran caminos, la audacia con que desafiaba a los Estados Unidos y la insolencia con que envió una carta de solidaridad al terrorista Ilich Ramírez Sánchez, el Chacal, preso en una cárcel de París.
Más alarmantes eran los contactos informales que Chávez mantenía con la guerrilla colombiana, acaso con la idea de forjar en el futuro un ejército bolivariano que reconstruyera la Gran Colombia de comienzos del siglo XIX. El teniente coronel nunca ocultó esos sueños.
A mediados de 1999, cuando lo entrevisté durante más de dos horas en el palacio de Miraflores, Caracas, Chávez me impresionó como un muchachote franco, seductor, al que Venezuela le quedaba grande. En ese diálogo justificó con énfasis el golpe que había dado contra Carlos Andrés Pérez en 1992, presentándolo como una cruzada de purificación. ¢Aquí arriba¢, me dijo, señalando hacia los cuartos del piso alto, ¢Pérez instaló la vivienda de su amante y montó sus orgías¢.
Eran tiempos de euforia: el petróleo estaba superando entonces los 28 dólares por barril, las divisas entraban a raudales en las arcas del Estado y la prensa era benévola con el presidente, a pesar de que trataba de forjar una nación regida por un partido único y de someter todas las instituciones a su voluntad.
Hace ocho o diez meses, esas ilusiones se volvieron humo. La popularidad de Chávez descendió casi al mismo ritmo que el valor del petróleo, ahora alrededor de los veinte dólares. No se sabe cómo administró el teniente coronel la inverosímil riqueza que entró a Venezuela en los últimos dos años, sin que ninguna de sus grandes promesas se haya cumplido. El país está peor que antes de la bonanza, porque los inversores internacionales se han ido retirando de a poco, escaldados por el humor imprevisible del presidente. Esas deserciones serían menos graves si la economía estuviera diversificada, pero no es así. Venezuela sigue, como hace siete décadas, uncida al yugo de su principal exportación, que, para colmo, es un recurso no renovable.
Mientras el espejismo de Chávez se evapora a toda velocidad, crece otro espejismo que tal vez sea peor: deshacerse cuanto antes de Chávez. Ya han aparecido militares como el coronel Pedro Soto y el capitán Pedro José Flores, que reclamaron la inmediata renuncia del presidente y su reemplazo por un Gobierno civil que se ampararía en el descontento de las Fuerzas Armadas. Lo que proponen Soto y Flores es el mismo remedio que Chávez quiso aplicar hace diez años y que produjo, junto al derrumbe estrepitoso de la vieja clase política, la aparición de una democracia autoritaria que consiente otras formas de corrupción y que cobija una nomenclatura tan parásita como la anterior. Chávez podría ser sustituido, así, por otro Chávez.
Una regla de oro de la democracia asegura que las instituciones elegidas por las mayorías deben permanecer intocables hasta que otra mayoría equivalente o mayor las modifique: y eso tan sólo si hay razones imperiosas. Si los gobernantes se cambiaran al azar de su popularidad, en el mundo entero se viviría un minué político de vértigo en el que prosperarían los demagogos.
Venezuela se equivocó al elegir a Chávez, pero esa elección se ratificó al menos dos veces -en las constituyentes y en las segundas presidenciales-, por márgenes siempre amplios. La única manera aceptable de enmendar ahora aquel error es otra elección. A menos que, por efecto de una masiva presión popular, el presidente accediera a renunciar, como pasó en la Argentina con Fernando de la Rúa y, semanas más tarde, con Adolfo Rodríguez Sáa. Si en el camino se mezclaran pronunciamientos militares, lo único que lograrían es enturbiar un proceso ya de por sí traumático. Y aun así, la salida argentina no es el mejor ejemplo. Los revueltos días de tránsito entre el año 2001 y el 2002 costaron treinta muertos y un estado de efervescencia anárquica que sigue sin aplacarse.
Los vientos hemisféricos soplan ahora en direcciones inquietantes. El Gobierno de Estados Unidos -cuya legitimidad de origen es también dudosa- aprobó en octubre de 2001 un Acta Patriótica que, con el pretexto de garantizar la seguridad interna, permite investigar la propiedad y la intimidad de las personas sin advertencia previa. Ese escrutinio incluye, por supuesto, a los extranjeros de paso, en especial a los árabes y latinoamericanos. Cualquier signo de inestabilidad en la región enciende las alarmas de Washington. Los gobiernos republicanos tienen el hábito de intervenir de modo indirecto o invasor, como lo demostraron Nixon en Chile, Reagan en Nicaragua y Granada, George Bush en Panamá. Por su vecindad con la explosivaColombia y por los lazos casi filiales que existen entre Fidel Castro y Chávez, hay un silencioso y perpetuo interés de Washington por lo que pasa en Venezuela. No sería raro que detrás de cualquier próxima rebelión nacionalista aparecieran intereses de patriotismo sospechoso.
Chávez es el confuso delta en el que desembocó Venezuela tras el descrédito de sus grandes partidos tradicionales, el gasto alegre y la corrupción enloquecida de los Gobiernos democráticos que se sucedieron tras la primera estampida de los precios del petróleo, en 1973. Cuando el teniente coronel apareció en el horizonte prometiendo que barrería esos estragos, se convirtió primero en el santo y seña de los que confiaban en una rápida salvación nacional y luego, durante sus dos años de cárcel, en un mesías irrefutable.
Venezuela está pagando las consecuencias de esa quimera, y ahora, con la soga al cuello, no sabe cómo quitársela de encima. La democracia es hija de la paciencia y acelerar sus tiempos crea con frecuencia remedios peores que la enfermedad. Si Chávez destruyó casi todas las instituciones que estaban antes de su llegada, ¿tiene ya Venezuela con qué llenar ese vacío cuando desaparezca Chávez? Sería fatal que no hubiera respuestas para esa simple pregunta. filiales que existen entre Fidel Castro y Chávez, hay un silencioso y perpetuo interés de Washington por lo que pasa en Venezuela. No sería raro que detrás de cualquier próxima rebelión nacionalista aparecieran intereses de patriotismo sospechoso.
Chávez es el confuso delta en el que desembocó Venezuela tras el descrédito de sus grandes partidos tradicionales, el gasto alegre y la corrupción enloquecida de los Gobiernos democráticos que se sucedieron tras la primera estampida de los precios del petróleo, en 1973. Cuando el teniente coronel apareció en el horizonte prometiendo que barrería esos estragos, se convirtió primero en el santo y seña de los que confiaban en una rápida salvación nacional y luego, durante sus dos años de cárcel, en un mesías irrefutable.
Venezuela está pagando las consecuencias de esa quimera, y ahora, con la soga al cuello, no sabe cómo quitársela de encima. La democracia es hija de la paciencia y acelerar sus tiempos crea con frecuencia remedios peores que la enfermedad. Si Chávez destruyó casi todas las instituciones que estaban antes de su llegada, ¿tiene ya Venezuela con qué llenar ese vacío cuando desaparezca Chávez? Sería fatal que no hubiera respuestas para esa simple pregunta.

LA REVOLUCIÓN DE HUGO CHÁVEZ AFRONTA UNA SUBLEVACIÓN SOCIAL

La sombra de la dictadura bolivariana

El País Domingo 09-12-01

JUAN JESÚS AZNÁREZ

Una oposición cada vez más belicosa atribuye al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, enajenaciones y megalomanías comp
arables a las observadas en tiranos como Mussolini
o Idi Amín. Sometido a cerco, afronta mañana una huelga patronal apoyada por los sindicatos frente a la que Chávez ha prometido defenderse hasta con las armas si es necesario

Un paro de empresarios es un aval para cualquier revolucionario¢, celebró el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ante la huelga general convocada para mañana, lunes. El comandante de paracaidistas que lideró el frustrado golpe del 4 de febrero de 1992 contra el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (AD) disfruta de un cómodo control parlamentario, pero afronta una sublevación social de consecuencias imprevisibles de concretarse en el futuro la huelga general y la desobediencia civil amagadas por Carlos Ortega, el jefe de la Confederación de Trabajadores y otros grupos. Recordando el derrocamiento a cañonazos del socialista Salvador Allende en Chile, el presidente venezolano señaló: ¢Aquí los cañones son propiedad del comandante, y la revolución está armada de verdad¢, en previsión de que alguien atente contra su mandato.
Las fisuras parecen ciertas en los cuarteles de Venezuela, a juzgar por las filtraciones originadas en su seno sobre descontentos y súbitos enriquecimientos entre los generales del Plan Bolívar 2000, programa de obras sociales dirigido por jefes castrenses.
¢Creo que las evidencias que he presentado, los cheques, son contundentes¢, señaló Patricia Poleo, premio de Periodismo Rey de España. Pero el ejército ha sido el gran beneficiario de la revolución, al recibir presupuestos, salarios, aguinaldos y otras prebendas, y no aparece el general dispuesto a cargar con los previsibles muertos de una asonada incierta.
¢No tengo la percepción de un golpe militar. En este país hay mucho deseo tomado por realidad¢, manifestó el ex guerrillero Teodoro Petkoff, director del diario opositor Tal Cual. Tampoco los empresarios son una piña, y el Gobierno administra premios y castigos, subvenciones, impuestos, o políticas monetarias para evitar que lo sean. Lejos de la aconsejada moderación y consenso en el diseño de las políticas de Estado, Chávez pasó de forma expedita de las palabras a los hechos y a un capitalismo de Estado con el campanazo de los 49 decretos leyes, la espoleta del paro de hoy.
¢No queremos que Chávez caiga. Sólo buscamos una vía de actuación más concertada, una rectificación clara¢, asegura el economista Pedro Carmona, presidente de la Federación de Cámaras de Venezuela (Fedecámaras). La protección de la propiedad privada se ha debilitado en Venezuela, según afirman fuentes diplomáticas y analistas económicos, y la irreductible controversia, la permanente agitación, las maldiciones e insultos cruzados entre el presidente y la oposición multiplican la sensación de incertidumbre económica y desgobierno. ¢Sabíamos que el parto de la justicia social en este país, donde los partidos y sus sindicatos, los empresarios parásitos y los funcionarios han robado durante 40 años, necesariamente sería doloroso¢, dicen portavoces oficiales.
A casi tres años de la investidura del presidente, la calle pertenece a las agresivas falanges gubernamentales, aunque progresivamente desafiadas por el extremismo opositor. Y la alianza de izquierdas que sustentó la coalición oficial registra fragmentaciones graves porque la disidencia imputa a Chávez una dirección cuartelera. El Movimiento al Socialismo (MAS) y varios dirigentes de Patria Para Todos (PPT) se alejaron bruscamente de la alianza en el poder, aunque empujados, de hecho, por el presidente y su entorno. El chavista Movimiento Quinta República (MVR) afianzó así su hegemonía. ¢Él no puede tolerar las críticas¢, dijo Felipe Mújica, presidente del MAS.
Factor de división
El ex presidente democristiano Luis Herrera Campins (1979-1984) achaca a Chávez haberse constituido voluntariamente en factor de división, ¢molestando sector por sector, como si quisiera impedir el entendimiento armónico de todos los venezolanos¢. Politizado el país, siempre en ascuas, la principal central obrera derrotó ampliamente al candidato del sindicalismo oficial en las elecciones de octubre, y hoy marcha con la patronal y contra el enemigo común: el oficial, que en 1982 comenzó a conspirar en los regimientos contra la corrupta alternancia en el poder durante cuatro decenios de los partidos tradicionales: Acción Democrática (AD) y COPEI, democristiano, demolidos en las urnas.
Dos años después de su triunfo en las presidenciales de 1998, la nueva Constitución fue aprobada en referéndum. Con ella nacieron unas instituciones a la medida del visionario que forzó su alumbramiento en una Asamblea Constituyente dotada de poderes originarios. Sin contemplaciones, arrasó con las viejas estructuras. Pero la economía no acaba de despegar, evoluciona a la baja, y esa tendencia alimenta a una oposición dispuesta a tomar las calles.
¢La actual política desanima a la inversión nacional y extranjera en tiempos en que caen los precios del petróleo¢, señaló Ortega, un sindicalista procedente de la central que en el pasado forjó turbias alianzas con el finiquitado bipartidismo (1958-1999).
La Iglesia, los dueños y firmas de los principales medios de comunicación, clase media y profesionales, en suma los grupos sociales más influyentes de Venezuela, completan la pinza contra un Ejecutivo que acusa su presión. Gobernar al margen de esos sectores no parece factible, opina el analista Felipe Sierra, sin acentuar lo evidente: la creciente presencia de mandos castrenses precariamente preparados en despachos y funciones que corresponderían a expertos civiles. ¢Y las esperanzas populares también se marchitan¢, agrega. ¢Las audacias tercermundistas son cada vez menos viables en una nueva correlación internacional de fuerzas¢.
Supuestos maquinadores
El gobernante dice conocer la existencia de conspiraciones porque su espionaje escruta a diario los cenáculos de los supuestos maquinadores.
También los venezolanos padecen una convulsionada polarización. Hugo Chávez, de 47 años, fue reelecto en julio de 2000, con el 60% de los votos emitidos. Ya había triunfado sobradamente en otras seis consultas. Pero su popularidad ha descendido, a caballo de una gestión materialmente infecunda, hasta por debajo del 50%; pierde hasta el 30% de los apoyos de su electorado habitual en función de las preguntas efectuadas, según las encuestas. ¢El Gobierno piensa que es más fuerte de lo que es y la oposición cree que está más débil de lo que está¢, resume Luis V. León, director de Datanálisis.
No pocos venezolanos avizoran la preparación de un sistema totalitario, policiaco, con tentáculos sobre el mundo de la educación y los libros de texto. ¢Cada vez son más los organismos estatales autorizados para inmiscuirse en la vida privada de los ciudadanos¢, sostiene el comentarista Hernán Carrera. El presidente permanece ligado a un proyecto justiciero incapaz, hasta ahora, de crear la riqueza y el bienestar anhelado por los compatriotas desheredados, el 80% de los 24 millones de venezolanos.
José Chaurían, portavoz de los vendedores ambulantes que han invadido las principales avenidas de Caracas y son incondicionales del proceso, reclama a los empresarios un modelo acorde con las necesidades de la sociedad en la que viven. Nada de liberalismo a ultranza. El Estado debe corregir y meter en cintura a la patronal parásita, cuyo principal mérito, acusa el oficialismo, fue ordeñar la teta petrolera. ¢El capital privado debe invertir en el desarrollo de Venezuela, y no sacar sus capitales al exterior¢, señala Chaurían.
Quienes le rodean y despotrican contra ¢el paro de los ricos¢ de hoy, recuerdan que el bipartidismo despilfarró en los últimos 27 años de su historia los casi 350.000 millones de dólares en ingresos petroleros, y poco más de cien familias de la plutocracia desviaron hacia cuentas de Miami o Suiza miles de millones fraudulentamente adquiridos. La vieja oligarquía, argumenta a diario Chávez, se adueñó de tierras y recursos, y
aunque en todos los países hay rico
s y pobres, ¢aquí llegamos al colmo¢.
El colmo para otros es que el presidente pretenda convertir la institución castrense en un partido político, posibilidad que aumenta con el paso de los días. Las turbulencias de la revolución trascendieron fronteras y su política exterior incomoda a Colombia, por la amistosa aproximación a las guerrillas que se declaran bolivarianas, e irrita a EE UU porque estrecha vínculos con Cuba, Irak o Libia, o proclama que los atentados del 11 de septiembre son tan terroristas como los bombardeos sobre Afganistán. ¢No sabemos cómo controlar a Chávez sin romper toda la vajilla. Y él se las arregla para actuar como si llevara consigo a todas las partes el armario de la vajilla¢, confesó una fuente norteamericana al corresponsal John Lee Anderson, del semanario The New Yorker.
El presidente rechazó ayuda material de Estados Unidos durante las inundaciones de 1999 en el estado caribeño de Vargas, y también el Plan Colombia contra el narcotráfico y la guerrilla, cuyos 1.300 millones de dólares de presupuesto son financiados en buena parte por Washington. Fidel Castro, de 75 años, celebró su último cumpleaños en Caracas, ratificando una hermandad personal que data de 1994, año en que La Habana recibió con honores a Chávez. Para entonces ya había cumplido dos años de prisión por el cuartelazo contra Carlos Andrés Pérez, un asalto que, por popular, labró la fortuna política de su principal instigador. Cuba recibe 53.000 barriles diarios de petróleo a precios preferentes, y corresponde con médicos, maestros, entrenadores, expertos en turismo o agricultura, identificados como una quinta columna proselitista y artera por la oposición y los 25.000 anticastristas afincados en la nación del Orinoco.
¢No soy comunista ni anticomunista¢, ha manifestado Chávez en varias ocasiones. ¢Y el modelo comunista de los cubanos es un problema de ellos, pero Cuba tiene, por ejemplo, uno de los índices más bajos de todo el continente en mortalidad infantil, igual en ciencia, educación y deportes. Ése es el legado más importante¢. La mayor de las Antillas, le responden sus adversarios, es una dictadura de la que nada bueno cabe esperar. Diplomáticos latinoamericanos opinan que Castro probablemente desaprueba la imprudente actuación de Chávez, porque en la refriega puede malograrse un aliado sumamente valioso para la supervivencia de la isla.
Vigilancia de EE UU
Venezuela no es un país menor. La Casa Blanca observa pacientemente la situación y los cabildeos de Chávez para influir en las políticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Sus movimientos son cautelosos para evitar una reacción por peteneras del militar al mando de su segundo suministrador de crudo, cuya empresa estatal instaló seis refinerías y 14.000 gasolineras en EE UU. El pasado 21 de noviembre, Chávez y la embajadora de EE UU, Donna Hrinak, se reunieron por primera vez desde que el 29 de octubre fuera llamada a consultas por Washington, tras la aparición del presidente por radio y televisión mostrando fotografías de niños y víctimas civiles de los bombardeos norteamericanos en Afganistán: ¢¡Que se busquen a los terroristas! ¡Pero así, no!¢.
Los choques con el Gobierno de la vecina Colombia, a propósito de las relaciones de Caracas con una guerrilla alzada en armas desde hace cuatro decenios, condujeron al borde de la ruptura de relaciones diplomáticas a finales del pasado año.
El presidente de México, Vicente Fox, y su ministro de Exteriores, Jorge Castañeda, reunieron en un hotel a los presidentes y cancilleres de Colombia y Venezuela. Mauricio Vargas, director de la revista Cambio en Bogotá, relata en su libro Tristes tigres varias secuencias del crispado diálogo entre Andrés Pastrana y Hugo Chávez. ¢Vicente (Fox)¢, dijo el presidente colombiano, ¢hay continuas declaraciones del presidente Chávez y del canciller José Vicente Rangel sobre temas internos de Colombia¢.
¢Eso no es cierto¢, interrumpió Chávez. ¢Claro que lo es, Hugo¢, respondió Pastrana. ¢Tú hiciste hace pocos días una dura declaración contra mi país y mi Gobierno, diciendo que representábamos una oligarquía bogotana que no quería la paz¢.
¢Yo no me refería a ti, Andrés¢, dijo Chávez mientras dirigía la mirada hacia el canciller Fernández de Soto. Pastrana reprochó que una delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hubiera sido invitada por el chavismo a un foro contra el Plan Colombia, organizado por la mayoría oficialista en el Parlamento venezolano. ¢Te juro, Andrés; te juro por lo más sagrado, por mi madre, que no sabía de esa reunión, ni de esa invitación…¢. ¢Yo te creo, pero no a José Vicente (Rangel)¢, respondió Pastrana con los ojos puestos en el canciller venezolano. ¢Él les otorgó visas a los delegados de las FARC¢. Pastrana lamentó la abrupta suspensión por Chávez de una entrevista a solas, que fuentes de la cancillería de Bogotá endosaron a los consejos de Fidel Castro horas antes. ¢Estaba con diarrea. Toda la noche la pasé en el baño¢, se disculpó Chávez con gestos dramáticos.
La debilidad del presidente por los movimientos rebeldes, desde México a Tierra de Fuego, es consecuente con su propia trayectoria, pero alarmó su solidaria carta del 3 de marzo de 1999, un mes después de asumir la presidencia, a Ilich Ramírez, El Chacal, encarcelado en Francia por su directa participación en asesinatos y actos terroristas. ¢Distinguido compatriota: (…) Con profunda fe en la causa y en la misión, ¡por ahora y para siempre! Hugo Chávez Frías¢.
735 protestas callejeras
¢¡Saquen al loco!¢, gritaban esta semana dos activistas en una manifestación callejera. Desde enero se han sucedido en Caracas 735 protestas, en una peligrosa tendencia a dirimir a gritos y golpes las diferencias, y varias acabaron a botellazos, golpes y huesos descalabrados.
El líder venezolano responde que locos son quienes piensan que finalmente habrá de ceder a las presiones de la reacción y encaminarse hacia el centro. No es ésa su intención, y sólo podría ser separado de su cargo si la Asamblea Nacional activara sus mecanismos revocatorios. El supuesto es improbable, porque el oficial MVR cuenta con 85 de los 125 escaños. Espantados por el griterío nacional y el pesimismo sobre el devenir de los acontecimientos, más de 200.000 personas de la clase media han emigrado en dos años.
El horizonte es incierto en un país que creció un 3,2% en 2000 y bajó al 2,8% durante el presente ejercicio, porque, entre otros factores, el abaratamiento de los precios del crudo no es compatible con la expansión del gasto público. Hacienda ingresará 5.000 millones de dólares menos este año debido a la caída del petróleo en los mercados internacionales, y la bonanza de los precios en los dos últimos años no se tradujo en una mayor capacidad adquisitiva. La sociedad, mientras tanto, sufre las acometidas de un hampa desbocada y de una corrupción administrativa endémica, y de una justicia que, salvo honrosas excepciones, prevarica a tanto el fallo. El paro ronda el 20%, y la economía sumergida, la chapuza y el tenderete ambulante emplean al 51% de la población activa. El presupuesto para 2002 prevé el barril del petróleo a 18,5 dólares, pero parece excesivamente optimista, según los expertos. El uso de la capacidad instalada de la industria no pasa del 51%, de acuerdo con Lope Mendoza, presidente de Conindustria.
Las reservas de divisas alcanzan los 19.090 millones de dólares, después de la fuga de 3.000 millones en julio y agosto, y el Fondo de Inversión para la Estabilización, creado para amortiguar las bruscas caídas de los precios del crudo, almacena otros 7.081 millones. Chávez fue investido cuando el barril se cotizaba a ocho dólares. El país vegetaba y la mayoría rezaba por el éxito del presidente.
El año próximo el precio del barril puede quedar entre los 14 o 15 dólares, según los cálculos de los expertos. Nada alarmante, teni
endo en cuenta que la deuda exte
rna nacional es una de las más manejables del continente, pero todo puede precipitarse si el gallinero político acaba afectando directamente a ahorradores e inversionistas.
Pablo Goldberg, ejecutivo de la consultora Merrill Lynch, presume que pueda estar formándose en Venezuela una tormenta perfecta. ¢La falta de una estrategia económica constante a largo plazo ha creado entre inversionistas la sensación de que el país podría entrar rápidamente en una crisis¢.
La implícita volatilidad del modelo económico, la alta dependencia petrolera, una débil política fiscal y un marco político inestable son elementos que sustentan la tesis.

Cronologia
Tres años de cambios, tensión y enfrentamientos con Chávez
El País últimas 12-04-02

EFE | Caracas

La presidencia de Hugo Chávez en Venezuela ha dejado tres años y dos meses de cambios radicales, tensión social y enfrentamientos entre el gobernante y todo aquel que ha osado poner obstáculos a su proceso revolucionario. Chávez irrumpió en la escena política venezolana como artífice de un golpe de Estado frustrado contra el presidente Carlos Andrés Pérez, en febrero de 1992, que lo llevó a la cárcel pero lo lanzó a la arena política y al triunfo electoral en diciembre de 1998.
Las fechas principales del chavismo son:
1992:
– 4 de febrero: el teniente coronel de paracaidistas Hugo Chávez y otros cuatro comandantes se rebelan contra Carlos Andrés Pérez y fracasan en su intentona.
1994:
– marzo: Chávez sale de la cárcel a cambio de dejar la milicia.
1998:
– 6 de diciembre: Chávez triunfa con un 56,2% en las elecciones presidenciales.
1999:
– 2 de febrero: Jura como presidente y promete convocar un referéndum para elegir una Asamblea Nacional Constituyente, encargada de redactar una nueva Carta Magna.
– 17 de febrero: Chávez pide al Congreso poderes especiales para gobernar.
– 22 de abril: El Parlamento aprueba la Ley Habilitante, que permite a Chávez legislar durante seis meses en materia económica y administrativa con carácter ¥urgente¥ sin tener que someter los proyectos de ley a la consideración del Congreso.
– 25 de abril: Un 88 por ciento de los venezolanos aprueba en referéndum consultivo la convocatoria de elecciones para una ANC.
– 5 de julio: El ex diputado y ex ¥chavista¥ Jorge Olavarría acusa al presidente Chávez de llevar a Venezuela hacia la dictadura.
– 25 de julio: Los venezolanos eligen a 124 ¥chavistas¥ entre los 131 miembros de la ANC para redactar una Constitución.
– 11 de agosto: Chávez jura nuevamente su cargo ante la ANC.
– 8-28 de octubre: Realiza una gira por Asia y Europa en busca de inversores y nuevos socios comerciales.
– 15 de noviembre: Asiste a la Cumbre Iberoamericana de La Habana y visita oficialmente la Cuba de Fidel Castro.
– 15 de diciembre: Los venezolanos aprueban abrumadoramente en referéndum la nueva Constitución Bolivariana, el mismo día en que entre 25.000 y 50.000 personas mueren a causa de las lluvias en el el litoral central del país.
– 30 de diciembre: Entra en vigor la nueva Constitución Bolivariana, que sustituye a la Carta Magna de 1961.
2000:
– 6 de enero: Chávez y el Consejo Nacional Electoral acuerdan realizar en mayo elecciones múltiples para legitimar los poderes públicos y ajustarlos al nuevo marco constitucional.
– 4 de febrero: El gobernador de Zulia, Francisco Arias, el director de la DISIP (policía política), Jesús Urdaneta, y el coordinador del ¥chavista¥ Movimiento V República (MVR), Joel Acosta, participantes en el golpe de febrero de 1992, rompen con Chávez ocho años después de su intentona y le piden en un manifiesto que enderece el camino del cambio.
– 25 de mayo: El Tribunal Supremo dictamina que no hay condiciones para celebrar las ¥megaelecciones¥ del 28 de mayo debido a problemas técnicos.
– 22 de junio: La Comisión Legislativa Nacional divide los comicios entre el 30 de julio (presidenciales, legislativos, regionales y de alcaldes) y el 1 de octubre (concejos municipales y juntas parroquiales).
– 30 de julio: Chávez gana los comicios presidenciales con el 59% de los votos, un 22% más que Arias Cárdenas, su principal rival. Los chavistas controlan la Asamblea Nacional, las regiones y los municipios.
– 6-16 de agosto: Realiza una gira por los diez países socios de Venezuela en la OPEP, para invitar a sus líderes a la II Cumbre del cartel en Caracas, y se convierte en el primer mandatario extranjero en pisar Bagdad desde que comenzó el embargo internacional contra el régimen iraquí de Sadam Huseín por la invasión de Kuwait. También visita al líder libio, Muamar el Gadafi.
– 19 de agosto: Toma posesión como presidente de la República.
– 31 de agosto: La Asamblea Nacional aplaza al día 3 de diciembre la elección de concejales y juntas parroquiales.
– 30 de octubre: Chávez y Fidel Castro suscriben el Acuerdo de Caracas, por el que Venezuela se compromete a vender hasta 53.000 barriles diarios de crudo en condiciones especiales a Cuba y otros diez países de Centroamérica y el Caribe.
– 7 de noviembre: La Asamblea Nacional le otorga poderes especiales para legislar por decreto durante un año en materias económica, social y de administración pública.
– 3 de diciembre: Los comicios locales dan un nuevo respaldo a la ¥revolución bolivariana¥.
2001:
– Abril: El Tribunal Supremo de Justicia venezolano pone fin a las dudas surgidas sobre la duración del mandato de Chávez, y establece como fecha para el relevo en la Presidencia el 10 de enero de 2007.
– 24 de junio: Chávez anuncia en Valencia (Venezuela), en la XIII Cumbre de los Países Andinos, la detención en suelo venezolano del prófugo peruano Vladimiro Montesinos, lo que da lugar a un incidente diplomático entre Venezuela y Perú.
– 11-13 de agosto: Castro realiza su tercera visita oficial a Venezuela desde la llegada de Chávez al poder.
– 28 de septiembre: Chávez presenta ante la Asamblea Nacional su primer Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2001-2007.
– 6-27 de octubre: Realiza una gira por 15 países de cuatro continentes en la que aboga por elevar el precio del petróleo y reducir la producción. También critica los ataques estadounidenses a Afganistán.
– 13 de noviembre: Chávez aprueba por decreto 49 leyes económicas, lo que provoca el rechazo en amplios sectores sociales.
– 10 de diciembre: Las 49 leyes desatan una huelga convocada por la patronal venezolana Fedecámaras y apoyada por sindicatos, profesionales y sectores industriales y agrícolas, paraliza Venezuela en un 90%.
2002:
– 11 de enero: Hugo Chávez asume en la sede de la ONU la presidencia del G-77, que engloba a 135 países en de desarrollo.
– 23 de enero: Caracas es escenario de dos multitudinarias manifestaciones de signo contrario, una de la oposición unida contra Chavez, y otra a su favor.
– 4 de febrero: Chávez celebra el décimo aniversario de su fallido golpe militar con una multitudinaria concentración y la oposición protesta vistiendo de luto.
– febrero: El coronel de la Fuerza Aérea Venezolana Pedro Soto, que dice hablar en nombre de un 75% de los militares, pide la renuncia de Chávez, nuevas elecciones y la llegada a la
presidencia de un civil. Horas después, el capitán de la Guardia Nacional (policía militar) Pedro Flores, se solidariza con Soto. En las calles de Caracas se registran manifestaciones a favor y en contra del presidente. El contraalmirante Carlos Molina y el general Román Gómez se suman a los descontentos.
– 9 de febrero: En declaraciones a la televisión chilena, Chávez califica a Soto de ¥traidor¥ y dice que su irrupción en la escena pública forma parte de una ¥conspiración internacional¥ encabezada por el ex presidente Carlos Andrés Pérez.
– 12 de febrero: Chávez decreta medidas económicas especiales, entre ellas la flotación del bolívar que dispara la inflac
ión.
– 26 de febrero: Directivos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) se niegan a renunciar
a sus cargos ante el nombramiento de la nueva directiva por Chávez.
– 15 de marzo: La alta gerencia de PDVSA se rebela contra los cambios directivos del gobierno y se declara en huelga en los centros administrativos y días después en los productivos.
– 9-11 de abril: Huelga sindical y empresarial de 24 horas que se amplia a 48 y luego se hace indefinida.
– 11 de abril: Una concentración de miles de personas de la oposición frente a PDVSA decide sobre la marcha acudir al palacio presidencial de Miraflores a pedir la renuncia de Chávez y se topa con simpatizantes chavistas en un tiroteo que deja al menos 14 muertos y 100 heridos.
– 12 de abril: Hugo Chávez se entrega a tres altos militares en el palacio presidencial de Miraflores.

Ver mais